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Violencia infantil en el municipio de puerto tejada- cauca (barrio Carlos Alberto Guzmán) mi mundo y yo

Resumen en español

El municipio de Puerto Tejada, Cauca es un municipio que años atrás, era un pueblo muy unido con gente con valores principios y sobretodo con madres emprendedoras, un municipio donde se podía deambular tarde de la noche sin ningún tipo de miedo, donde los niños y niñas jugaban, exploraban sin ningún tipo de miedo y no se tenía el peligro de que nuestro niños fueran víctimas de violencia, no se puede negar que existían pandillas pero estas no irrespetaban a los niños incluso era protegidos por los miembros de estés. Pero hace 25 años la ola de violencia afecto, de forma directa el municipio y sobre todo a los niños, niñas y jóvenes, dado que muchas de nuestras familias olvidaron la importancia de los valores y de las normas en un hogar, volviéndose padres permisivos de forma negativa olvidando que los niños y niñas deben de tener unos límites y que la educación empieza desde el entorno hogar. Esta ola de violencia empezó por la conformación de las barreras, invisibles de cuadra a cuadra en los barrios impidiendo, así que los niños pudieran desplazase libremente por su comunidad, y también al entorno educativo, que pudieran jugar de forma segura. De igual forma al quedar solos en casa se volvieran presa fácil de la violencia, ya que la mayoría de las madres son madres cabezas de hogar, deben trabajar para un sustento económico y, además, no se valora el niño no se entiende que necesitan estímulos, acompañamiento a sus distintas habilidades y destrezas. De acuerdo a este contexto, algunos sectores del municipio de Puerto tejada, hoy son sectores de alta vulnerabilidad, para el desarrollo de la vida de los niños, niñas, jóvenes ellos y ellas deben enfrentar su vida cotidiana con la violencia, expresada en formas de maltrato que se ejerce a los niños y niñas desde el entorno hogar, desde donde se permite que los niños sean utilizados como correo, para el trasporte y consumo de sustancias psicoactivas, lo cual los obliga a cambiar su infancia y sus sueños, por actividades de la delincuencia común.